Sentrañas mías. Rafael de León. (1940)
Lo dejé que se acercara hasta mi vera
una noche de claves y de luna
y que bajo, muy bajito, me dijera
lo que nunca, según él, dijo a ninguna.
Sus palabras repicaron en mi oído
lo mismito que repican las campanas;
y fue Sábado de Gloria
en las rosas de coral de mi ventana,
cuando le escuché esta copla,
mientras iba despertando la mañana.
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