domingo, 12 de abril de 2015

Para Patricia



    Tus ojos negros, tus ojos,
tienen la culpa de to;
si no los hubiera visto,
por los clavitos de Cristo,
que no me viera así yo.
    Quiero que esos dos luceros 
me alumbren de noche y día,
porque si no yo me muero, ¡vida mía!
    Tus ojos negros, tus ojos,
candiles de mi dolor,
tus ojos tienen la culpa,
tienen la culpa de to.




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